A primeros de los años 60 los grupos ingleses intentaban imitar a los rockanroleros norteamericanos con escaso éxito, a excepción de Cliff Richard y los Shadows. Mientras tanto, en Estados Unidos el rock & roll se consideraba una moda pasajera y volvían a los primeros puestos de las listas canciones cercanas a los estilos que predominaban antes. En este contexto los jóvenes británicos se dividían entre los rockers y los mods, los segundos con gustos musicales más cercanos al jazz y un gran interés por el estilismo en ropa y peinado. Eran grupos rivales, los duros y los pijos, hasta que un grupo de jóvenes comenzó a aglutinar elementos de ambos y a hacer popular un sonido al que se llamó Merseybeat, que bebía de diferentes gustos musicales, tanto británicos como americanos. Fue el nacimiento del pop-rock moderno.

Los primeros en hacer popular el Mersebeat fueron los Beatles a finales de 1962 aunque otro grupo de Liverpool como ellos, Gerry & the Pacemakers, se les adelantó consiguiendo el primer número 1 de la era del pop-rock en 1963. Los Beatles contraatacaron con varios singles ese año que coparon las listas inglesas y acabaron llamando la atención de las radios norteamericanas, que comenzaron a hablar de ellos y del resto de nuevos grupos británicos. El resultado fue una avalancha de peticiones de los oyentes para escuchar la nueva música que culminaría con el desembarco de los Beatles en Estados Unidos en 1964 y la conquista de las listas de éxitos, que quedaron inundadas de su música y después de las de otros “invasores” como Herman’s Hermits, Dave Clark 5, los Animals, los Kinks y los Rolling Stones.

La invasión británica

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