El término “Boy band” suele tener una connotación negativa y se relaciona con grupos vocales prefabricados de chicos monos con apariencia ligeramente diferente entre ellos con el objetivo de atraer a tantas chicas adolescentes como sea posible. Aunque el estereotipo es real, lo cierto es que muchos de estos grupos trascendieron su imagen inicial para convertirse en auténticos artistas, e incluso entre los que no llegaron a otra cosa si se les escucha sin prejuicios se pueden encontrar pequeñas joyas de la música pop.

La primera boy band fueron los Monkees en los años 60. Se trataba de cuatro actores sin grandes conocimientos musicales que fueron seleccionados para trabajar juntos como protagonistas de la serie del mismo título que contaba las desventuras de una banda musical que intentaba conseguir el éxito. Aunque posteriormente se convirtieron en músicos sólidos que perduraron mucho más que la propia serie, el estigma de “grupo prefabricado” les persiguió siempre. A finales de los años 70, cuando el fenómeno fan estaba en su apogeo llegaron otros pioneros, los portorriqueños Menudo cuyos miembros iban cambiando a medida que alcanzaban cierta edad, seguidos por los New Edition de Bobby Brown, que alcanzaron la fama a mediados de los 80. En la segunda mitad de los 80 los triunfadores fueron los New Kids on the Block de Donnie Wahlberg, y con la llegada de los 90 llegó la auténtica era de las boy band comenzando por Take That y siguiendo con East 17, Backstreet Boys y los N’Sync de Justin Timberlake entre muchos otros. Aunque desde el nuevo siglo los artistas adolescentes más populares han sido solistas, la tradición de boy bands se ha seguido manteniendo con grupos como One Direction o Auryn.

Boy Bands

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