Cuando pensamos en cualquier tipo de música lo primero que nos viene a la cabeza son los grandes del género, artistas que han tenido muchos éxitos y una importante cantidad de discos a sus espaldas. Pero por cada uno que tiene una larga carrera hay mil que han triunfado brevemente para acabar haciendo el John Wayne y desaparecer cabalgando en el horizonte.

El primer caso son las modas pasajeras. Cuando una persona compra ropa puede adquirir algo clásico que le va a durar indefinidamente o la última tendencia extravagante que te hace parecer cool durante un corto espacio de tiempo para quedar olvidado en el armario cuando deja de llevarse. En la música pasa igual y el ejemplo más claro es la música disco, que era lo más a mediado de los años 70 pero daba vergüenza reconocer que te gustaba a primeros de los 80. Lo mismo pasa con las canciones que van ligadas al bailecito de moda como las de Kaoma, Los del Río, Las Ketchup, Coyote Dax o Whigfield.

En otros casos el éxito venía de la mano del escándalo cuyo mejor ejemplo son las famosas prohibiciones de música y vídeos de la BBC inglesa, como las canciones de Serge Gainsbourg con Jane Birkin o Donna Summer por simular excitación sexual, o las de Frankie Goes to Hollywood o Madonna por sugerir orgías gay.

Otras veces el éxito venía de la mano de un programa o anuncio de TV o película. Algunos, como Bruce Willis o Eddie Murphy aprovecharon su éxito en “Luz de luna” y “Superdetective en Hollywood” respectivamente para editar álbumes de enorme éxito pasajero. Otros, como Robin Beck o los Hillside Singers, tuvieron su momento de gloria con canciones de anuncios de coca-cola. Casos como los Archies o la Partridge Family estuvieron ligados a la existencia de sus respectivas series de TV. Y muchos participantes de concursos televisión como OT o La Voz tuvieron un éxito breve durante o después del concurso para acabar en el olvido.

También tenemos a los actores que cantaron en alguna de sus películas consiguiendo un éxito importante con esos temas en las listas de música. Ejemplos notables son Lee Marvin, Clint Eastwood, Patrick Swayze, Gwyneth Paltrow, Anna Kendrick o Keith Carradine.

Además están los grupos musicales que tuvieron un éxito efímero hasta que sus líderes se lo montaron en solitario. Es el caso de Kajagoogoo o las Go-Go’s, que acabaron en el olvido cuando se marcharon Limahl y Belinda Carlisle respectivamente.

Y por último está el gupo más numeroso, el de los casos misteriosos, en los que no hay una razón particular para que haya ocurrido esa desaparición. A menudo el artista en cuestión no fue capaz de volver a conectar con el público, otras veces las circunstancias personales dieron al traste con sus carreras. Por mencionar casos recientes tenemos el ejemplo de Hozier o de Gotye, cuyo single “Somebody that I used to know” fue el más vendido en el mundo en 2012 pero no ha tenido continuidad.

Fue bonito
mientras duró…

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