El baile es una de las formas de expresión más primitivas del ser humano. A  lo largo de la historia gente de todas las condiciones sociales ha utilizado el baile como medio para comunicarse, socializar o seducir, los ricos en sus castillos, palacios y mansiones; los pobres en sus cabañas, tabernas o salones de baile. Pero probablemente no ha habido un fenómeno que haya atraído bajo el mismo a techo a tantas personas de todo tipo de estrato que la música disco.

No se puede precisar una fecha concreta para la emergencia del sonido disco porque se puede buscar antecedentes en muchas canciones de la Motown de los años 60, pero se puede decir que su popularidad comenzó a primeros de los 70 cuando personas de grupos marginales como gays y latinos comenzaron a reunirse en locales donde buscaban música divertida y bailable, no la música pseudo trascendental de pop y rock que anegaba las radios en aquélla época. La popularidad de las canciones que buscaban ese sonido característico al que llamaron disco fue creciendo hasta llegar a las listas de éxitos, y en 1974 comenzó a convertirse en uno de los tipos de música más escuchados en las radios. Tanto es así que en la segunda mitad de la década muchos artistas consolidados de pop, rock y R&B se apuntaron a la música disco, como Rod Stewart, Kiss, los Jacksons, la ELO o Barbra Streisand, y culminó con la película “Fiebre del sábado noche”, que llevó a todo el mundo a las discotecas en 1977.

A finales de la década un DJ de radio, que había sido despedido cuando su emisora cambió a la música disco, inició un movimiento que aglutinó a miles de personas para que la música rock volviera a ser el género primordial, que culminó con una quema pública de vinilos que terminó en tumulto. Esta creación de un frente unido contra la música disco convenció a muchos de que los tiempos estaban cambiando y, aunque el género en sí probablemente ya estaba terminando su ciclo, aceleró su desaparición que llegó a primeros de los años 80.

Sin embargo su influencia se ha mantenido hasta nuestros días, con el italo-disco de los años 80 como heredero directo y una reemergencia en los últimos tiempos con éxitos de Madonna, Bruno Mars, Justin Timberlake, Jason Derulo o Maroon 5.

El fenómeno disco

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